Una niña pequeña que sin entender mucho de la vida, fue arrancada de su mundo. Ella salio de su tierra con una sonrisa, la sonrisa de la inocencia. En ese momento de su vida, no alcanzaba a comprender lo que ese destierro siginificaria para ella . Que otra cosa mas importante podria haber para esta pequeña, que saber que en unas horas volveria a ver a su padre? ese ser que para ella lo era todo. Y asi fue, el reencuentro con su padre le nublo cualquier pensamiento de tristeza por lo que ella estaba dejando atras.
Transcurrieron varios años despues de ese momento y esa niña ya no lo es; con el pasar del tiempo, ella comprendio lo que su partida significo, no solo en su vida, sino en la vida de los seres que tanto la querian; los rostros de los suyos derramando lagrimas de tanto dolor por su partida, lagrimas que en ese momento ella no entendia, pero que hoy estan marcadas en su corazon como un dolor inmenso, como una cicatriz que ni con la mejor de las cirugias podrian esconderse, heridas en el alma que quedaran ahi para siempre, por todos esos años de ausencias, por todos esos años tan dificiles, en los que ella tuvo que llorar con su almohada a solas, porque no habia nada en este mundo, que pudiera arrancar de su vida el dolor y el pesar de haber dejado su tierra, su gente y sus raices. El ser siempre una "extranjera", "la diferente" en una tierra que no era tan distinta a la suya, donde es la misma gente que lucha, ama, rie , llora y donde se hablaba el mismo idioma, llenaron su vida de vacio, dolor y desconfianza.
Hoy, despues de tanto tiempo las cicatrices aun estan ahi como el primer dia, solo que esta niña que hoy es una mujer, ya aprendio a vivir con ellas dia a dia y sabe que lo que ha vivido han hecho de ella el ser humano que es hoy , con un regalo que no todos pueden tener; el saber que no perdio una patria, sino que mas bien gano dos.
Gracias Argentina por darme la vida y Gracias Mexico por adoptarme como hija......